También la derecha, la extrema derecha en particular, está en marcha, como ya hemos comentado. Este es el caso de los países con importantes minorías romaníes (gitanas) en Europa oriental. Por ejemplo, Jobbik, un partido de extrema derecha húngara parte que se ha dirigido contra esta minoría, ha ganado el 8,5% de los votos en las elecciones locales del año pasado. La hostilidad a los «inmigrantes» y a otras minorías está creciendo en toda la región y en Europa, en su conjunto. El peligro del racismo y la extrema derecha es más evidente en los países desarrollados. Africanos residentes en España y vendedores ambulantes han manifestado en dos ocasiones en febrero, en Madrid, contra el racismo y las redadas policiales. Posteriormente, se supo que la policía había recibido semanalmente cuotas de detenciones de «inmigrantes ilegales». En el pobre sur de España, sobre todo en Andalucía, miles de otros inmigrantes sin comida ni refugio inundaron las ciudades al inicio del invierno, "a la caza en vano de trabajo de recolección para el aceite de oliva que ya había sido tomado por los españoles que buscan trabajo". Por consiguiente, ya estamos viendo, al menos, el inicio de la formación de "villas miseria", hasta ahora, exclusivas del mundo neo-colonial y que los EE.UU. experimentaron en cierta medida en la década de 1930. Incluso en Gran Bretaña, trabajadores migrantes de Europa del Este despedidos, especialmente Polonia, han comenzado a habitar la periferia de las ciudades, en el comienzo de lo que podría convertirse en "chabolas". La misma desesperación por el deterioro de las condiciones sociales ha comenzado a manifestarse en España. El colapso de las pequeñas empresas, en un caso, llevó a un propietario de una compañía de construcción arruinado por la crisis bancaria a realizar cinco asaltos bancarios! Otro amenazó con prender fuego a sí mismo a menos que los préstamos adeudados por el consejo local se pagaran. Similar desesperación fue evidente en otros países con incidentes 'terroristas' en algunos casos de los trabajadores a título individual o, un pequeño grupo colectivamente. Por ejemplo, a principios de marzo, un trabajador turco apuntó una pistola a su propia cabeza en un gesto dramático contra el deterioro de la situación económica fuera de la oficina del primer ministro turco.
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